Manejar la pérdida y el duelo por infertilidad
La infertilidad es estresante para quienes la experimentan
“El dolor asociado a la infertilidad es comparado al que se experimenta ante la pérdida de un ser querido”. La infertilidad es vista en la terapia como uno de los temas más estresantes en la vida de quienes lo experimentan. Cuando es constatada la infertilidad, hombre y mujer sufren las consecuencias emocionales de ver postergada o frustrada una aspiración central en su vida. La infertilidad que puede responder a una condición de salud, es al mismo tiempo una experiencia psicológica difícil. Es por ello que el apoyo y la unión con tu pareja es importante ya que ambos han hablado de su intención de tener hijos pero no siempre hablan de que sucederá si no pudieran tenerlo cuando lo desean.
El reto de la infertilidad requiere ampliar la información y conocer las posibilidades
Debemos reconocer que la noticia origina incomodidad en la pareja y una fuerte presión al presentarse factores como lo es la edad en su proyecto de tener hijos. Para esto existen diversas maneras de sobrellevar esta situación y fortalecer la relación. Los estudios señalan que la espera del embarazo por lo general es de entre los tres y cinco años de espera a lo que acontezca primero. Mientras la invitación a ambos va dirijida a trabajar con la comunicación, el compartir, continuar con el descubrimiento de opciones juntos, mostrar sensibilidad y estar presente. Cuando te presentas con el reto de la infertilidad necesitas ampliar la información sobre el proceso reproductivo y conocer cuales son las posibilidades en la actualidad. Este proceso te permitirá comprender la naturaleza de la situación que te afecta e iniciar un camino de solución.
La infertilidad es difícil de comprender y sobrellevar
Por mucho tiempo se ha visto la paternidad y la maternidad como clave de la realización personal de un individuo. Esto hace aún más díficil comprender y sobrellevar la infertilidad. Para la pareja que se le presenta esta situación le surge el reto social através de las preguntas de sus famililiares y amigos. La pareja sufre profundamente, se siente infravalorada y pueden surgir sentimientos de culpa. La sensación de pérdida en la pareja opinan los investigadores del tema es la ausencia de no poder experimentar lo que es el embarazo, el parto o la lactancia maternal. Es el no conocer la experiencia de ser padres, ser abuelos y dejar legado. Les surge pensamientos sobre la interrupción de la continuación genética y el enlace entre las ilusiones y deseos del pasado y futuro. Estas y otras pérdidas en su totalidad siempre crearán un efecto por lo que todo esto y más requiere un periodo de lamentación.
Manejar el duelo por infertilidad
Cuando hablamos de duelo inmediatamente lo relacionamos con etapas. Investigadores han encontrado que no todo individuo experimenta las etapas ni el orden de ellas. Más que experimentar etapas, como todo duelo estoy convecida que es necesario verse enfrentando todas o la mayoría de las sensaciones y sentimientos que se te presentan en tú duelo. Estos pueden ser sentimientos y sensaciones de inadecuación, pena, desesperación, miedo, coraje y culpa. En la manera que no te permitas vivir permanentemente en ellas, no te verás negándolas, estarás más bien validándote. Es tu proyecto no estancarte en ninguna de ellas.
Cuando llegamos a la aceptación no significa que el problema haya desaparecido, más bien que hemos aprendido a manejarlo de forma más sana. Aceptando la exploración de nuevas opciones, el diseño de nuevos planes, apoderamiento, aumento de la autoestima entre otros. Cuando te permites participar de una intervención terapéutica se presenta una gran oportunidad de transformación. Los profesionales de la conducta han descubierto que el manejo de la tensión y ansiedad, cuidado de relaciones sexuales junto al afecto y cariño han aportado significativamente a la homeostasis de la pareja. Sin olvidar el desarrolllo de la asertividad en la comunicación ante los familiares y amigos. Todo este acompañamiento de terapia ha sido vital en ocasiones hasta llegar al manejo del duelo de no darse el embarazo.