Pérdida y duelo perinatal
No se espera perder porque sencillamente se está esperando
Hemos conocido que uno de los eventos más difíciles que una mujer y su pareja han experimentado es un postparto sin bebé. Pero lo es también la muerte de un hijo poco después de nacer. El duelo perinatal es esa experiencia, la pérdida de un hijo poco antes de nacer o poco después de nacer. Es una ambiguedad la que vive la pareja debido a que no espera perder porque sencillamente se está esperando. Se venía estipulando que el duelo perinatal era la pérdida de un bebé desde la semana 22 de gestación, lo cierto es que en terapia se ve que este se presenta desde la semana una. Esto responde a que el duelo y la pérdida se encuentra presente independiente a las semanas de gestación. Este proceso es único para cada persona o pareja que lo experimenta. Estas pérdidas al no ser tan conocidas y lamentablemente tan reconocidas por la sociedad no se validan. Incluso no es validado en ocasiones por el mismo doctor que atiende al paciente… “todavía eres joven, puedes tener otro” le señala. Incluso no es validado para el hombre. En terapia el hombre ha expresado que ha sido la pérdida por trabajo más reconocida en ellos como uno de los procesos de pérdida más dolorosos.
El duelo se ve acompañado de soledad e incomprensión hacia la pareja
Esta pérdida se vive muy en solitario. Es una pérdida física y también simbólica. La sociedad puede ser muy crítica ofreciendo opiniones como…“te cuidaste?”, “Dios sabe lo que hace”… “tienes que ser fuerte”. Octavio Paz, ganador del premio nobel de literatura dijo una vez, “Una civilización que niega la muerte, acaba por negar la vida”. Y es que cuando la falta de soporte asertivo de una sociedad emerge impacta a la vida. El duelo se ve acompañado de soledad e incomprensión hacia la pareja.
A Diana y Josué le han dado la noticia de que esperan un hijo. Ambos han acordado no mencionar el tema a otros durante el primer trimestre. Este, es un ejemplo de muchas parejas y no es para menos. Esto responde a que en la mayoría de los casos se piensa que el primer trimestre puede venir acompañado de complicaciones y que existe mayor riesgo de abortos espontaneos. Además, desde el momento de la prueba positiva de embarazo, vínculos emocionales han ido surgiendo entre el bebé, Diana y Josué. Más aún, ese afortunado momento cuando se escuchan los latidos de su corazón crece la ilusión y la programación de su llegada. Ellos piensan en el futuro y la dicha. De manera que no se desea a una sociedad poco preparada interviniendo si una pérdida llegará a ocurrir.
El dolor es parte natural y necesaria del proceso pero no lo es vivir en sufrimiento
Esta conducta yace en la sociedad por la cantidad de tabúes alrededor de estos temas. Como sociedad no se puede permitir que esto se viva en soledad. La pareja en ocasiones vive un duelo cubierto que la lleva a disociarse del suceso para poder salir con premura del evento. Pero lo cierto es que es importante darse el tiempo para procesarlo. Es una vivencia dolorosa y en la medida que te encuentres en apertura empezarás a caminar.
Dentro de los pensamientos rumiantes que vive la pareja, estos se cuestionan si fueron o son padres una vez vivida la pérdida. Sí, lo son; son los recuerdos, sucesos y todo lo experimentado lo que hace de ese evento una realidad y por ello los hace padres . Conmemorar es traer a la memoria y eso es recordar y validar a ese hijo. Cuenta esa experiencia y estarás validándola. No permitas que los tabués de la sociedad te arrebate tu proceso. Colócale nombre a tu hijo o hija si lo deseas y recuerda. Compártelo con personas que se puedan acercar a tu viviencia incluyendo especialistas. Es bueno buscar ayuda ante una sociedad que se prepara para sacar este tema tabú del silencio como lo hace fertilidad 101 y otros foros. El dolor es parte natural y necesaria del proceso pero no lo es vivir en sufrimiento.