Reconociendo la pérdida y el duelo
La pérdida que más duele es aquella que es más dolorosa para ti
La pérdida es un proceso que todo ser humano experimenta, la distinción se encuentra en la resiliencia de un individuo y otro para enfrentar este evento. Lo que hacemos con esa experiencia natural que trasciende nuestra vida es vital. La pérdida se encuentra con nosotros desde la infancia. Incluso, se observa en el niño cuando este es separado del pecho de su madre, de su biberón o del hogar cuando este asiste a la escuela por primera vez. Perdemos amigos, viviendas, escuelas, mascotas, abuelos e ilusiones. También lo es la pérdida del trabajo, salud, relaciones y aquello deseado que no se llega a tener como lo es la infertilidad. Es también el hecho de sufrir la ausencia de una persona por muerte, ruptura de la relación o la pérdida de un elemento significativo para tu vida. Es experimentar la mortalidad. Durante el proceso de pérdida pasa a afectarse el vínculo afectivo que nos daba seguridad y pertenencia y a partir de los eventos que nos pasan realizamos una visión de mundo que ya deja de ser para nosotros no tan “seguro”. En ocasiones como consejera de pérdida y duelo me han preguntado. "¿Cuál es la pérdida que duele más?” Pues resulta que es aquella que es más dolorosa para ti.
Moverse de la pérdida al duelo es una vía a la sanación
El duelo por otro lado, se presenta cuando reconoces el hecho de la perdida através de la experiencia. En la medida que transitas el dolor, el conocimiento se hace presente como proceso evolutivo para tu crecimiento. A eso lo llamamos duelo. La palabra duelo proviene del latín dolus, que significa dolor. Es tu proceso vinculado a la tristeza. Osea que el duelo es un proceso psicológico que atravesamos los seres humanos cuando sufrimos una pérdida. El camino hacia el duelo va acompañado de emociones que vienen a continuación de la pérdida. Este impulso de moverte de la pérdida al duelo surge de una fuerza espontanea e inteligente que se manifiesta como parte de una vía a la sanación que te invito a recorrer. Ocurre porque eres un ser espiritual, emocional y con consciencia. Los procesos de duelo como los que surgen al perder un ser querido y vivir la infertilidad implican en su mayoria de las veces un malestar significativo.